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Agronomía Tropical. 49(3):297-325. 1999

DEFINICIÓN DE PATRONES HOMOGÉNEOS DE PLUVIOSIDAD EN 
LOS LLANOS CENTRALES VENEZOLANOS 
MEDIANTE KRIGING FACTORIAL

Rebeca Pradere G.

Profesora. Universidad Central de Venezuela. Facultad de
Ingeniería. Departamento de Matemáticas Aplicadas. Cagua 2122.
Estado Aragua. Venezuela. 

RECIBIDO: mayo 04, 1998


RESUMEN

La clasificación es importante para comprender los factores que afectan los patrones climáticos y permite mejorar la planificación de actividades dependientes del clima. La precipitación puede considerarse la realización de un proceso aleatorio espacio-temporal cuyas estructuras de variabilidad pueden explorarse mediante técnicas estadísticas apropiadas para analizar datos espaciales multivariados y multiescalares. El propósito del trabajo fue definir patrones de pluviosidad mediante la aplicación de un Análisis de Kriging Factorial (AKF) a datos de precipitación registrados por el MARNR durante 1968-1983 en 55 puestos pluviométricos de los llanos centrales venezolanos. Un Análisis de Componentes Principales (ACP) aplicado a V, la matriz de varianza-covarianza de los promedios mensuales de precipitación, permitió identificar tres fuentes de variabilidad espacial: la estación lluviosa, el cambio de estación y la sequía. Ajustando un Modelo Lineal de Corregionalización a los doce promedios mensuales de precipitación se descompuso V en tres matrices de corregionalización Bu, u = 1,2,3, asociadas, respectivamente, a un efecto nugget y a dos esquemas esféricos con rangos de 65 000 y 140 000 UTM. El ACP de las matrices Bu permitió apreciar en la estación lluviosa la influencia del efecto nugget y de la escala de 65 000 UTM; las épocas de sequía y transición lluvia-sequía parecieron influenciadas por el rango de 140 000 UTM, y la escala de 65 000 UTM dominó la transición sequía-lluvia. El valor de los dos primeros factores regionalizados estimados mediante cokriging en los puntos muéstrales generó una clasificación de los puestos pluviométricos en función de la escala espacial. 

Palabras clave: precipitación, análisis de componentes principales, Geoestadística, datos espaciales multivariados, kriging factorial, llanos, Venezuela.

SUMMARY

Classification is important to understand factors that affect climatic patterns. Precipitation may be regarded as a realization of a space-time random process, whose variability structures can be explored by statistical techniques appropriate to spatial multivariate multiscale data. The purpose of this work was to define rainfall patterns by applying a Factorial Kriging Analysis (FKA) to data registered during 1968-1983 by the MARNR -Ministry for the Environment and Natural Resources- in 55 rainfall recording stations located in the Venezuelan central plains. A Principal Components Analysis (PCA) applied to V, the variance-covariance matrix of monthly rainfall averages, allowed to identify three sources of spatial variability: the rainy season, the change between seasons, and the dry season. By fitting a Linear Model of Coregionalization to the twelve monthly rainfall averages, V was decomposed into three Coregionalization matrices Bu, u = 1,2,3, associated to a nugget effect and two spherical schemes with ranges of 65 000 and 140 000 UTM. PCA applied to matrices Bu allowed to observe the influence of the nugget effect and the spatial correlation range of 65 000 UTM on the rainy season; dry season and the rainy-to-dry season change appeared mainly influenced by a spatial range of 140 000 UTM, and the 65 000 UTM scale dominated the dry-to-rainy season change. Scores of the first two regionalized factors estimated by cokriging in sample points allowed to obtain a different classification of rainfall recording stations for each spatial scale. Results show the advantages of FKA over classical multivariate statistics for analyzing and classifying multivariate spatial data. 

Key words: precipitation, principal component analysis, geostatistics, multivariate spatial data, factorial kriging, plains, Venezuela.

INTRODUCCIÓN

La precipitación, al igual que otras variables climáticas, puede considerarse la realización de un proceso espacio-temporal porque exhibe aspectos aleatorios tanto en el tiempo como en el espacio. Si la dependencia espacial resulta más importante, la estimación espacio-temporal se puede simplificar integrando el componente temporal y reduciendo el problema a una interpolación en el espacio. Por otra parte, en las variables climáticas es común que los mecanismos de variación operen a diferentes escalas espaciales y temporales (White et al., 1991), y una herramienta adecuada de análisis debe explorar esa condición para proporcionar una mejor descripción de los factores que gobiernan la variación.

Las técnicas geoestadística modelan la estructura de variabilidad de los datos mediante un semivariograma, y la técnica de estimación se conoce como kriging. Desde su primera formulación (Matheron, 1971) esta metodología ha encontrado aplicación en múltiples campos. En el caso multivariado, la herramienta de análisis estructural se extiende del semivariograma simple al semivariograma cruzado. La técnica de estimación se denomina cokriging (Journel y Huijbregts, 1978; Myers, 1982; Wackernagel, 1995). Los trabajos de Solow y Gorelick (1986) y Hevesi et al. (1992a,b) muestran algunas aplicaciones de la geoestadística multivariada al estudio de variables pluviométricas.

El Análisis de Kriging Factorial se fundamenta en el ajuste de un Modelo Lineal de Corregionalización (MLC) que modela todos los semivariogramas simples y cruzados como combinación lineal de S funciones básicas, una para cada escala de variación evidenciada por los datos. Este enfoque permite descomponer la matriz de varianza-covarianza en S matrices de corregionalización, y aplicar una técnica multivariada adecuada para explorar la estructura de correlación correspondiente a cada escala.

Myers (1982) propone deducir el modelo de covariograma como combinación lineal de modelos de semivariograma simple previamente ajustados, y chequear la validez del ajuste verificando el cumplimiento de la desigualdad de Cauchy-Schwarz. Wackernagel (1989) utiliza este método en un programa de computación desarrollado para analizar datos multivariados con distribución espacial. Sin embargo, el procedimiento puede producir varianzas negativas e inestabilidad numérica (Goovaerts, 1994). Goulard y Voltz (1992) describen un procedimiento automatizado para ajustar un MLC matemáticamente apropiado, e indican cómo reducir el número de parámetros del modelo matricial de covariograma para incrementar la estabilidad del ajuste.

Las ventajas del AKF para analizar información espacial multivariada son ilustradas por Goovaerts (1992) al comparar los resultados de un Análisis de Componentes Principales a la clásica matriz de varianza-covarianza, a las matrices de semivariograma y a las matrices de corregionalización para varios conjuntos de datos sintéticos y reales. Sólo el análisis de estas últimas permite apreciar cómo varía la estructura de correlación de una escala a otra. El AKF proporciona, además, un conjunto de factores regionalizados que resumen las principales características de los datos para cada escala de variación.

La superioridad del AKF sobre el análisis multivariado clásico para diferenciar efectos puntuales, locales y regionales se puede apreciar también en los trabajos de Wackernagel y Butenuth (1988) y Goovaerts et al. (1993).

Goovaerts (1993) estudia la ortogonalidad espacial de los Componentes Principales (CP) calculados a partir de variables corregionalizadas para diferentes situaciones y estructuras de correlación. En algunos casos se encuentra que la correlación entre los CP puede no ser despreciable a distancias cortas, especialmente cuando la estructura de correlación cambia con la escala. En un caso se logra reducir la correlación espacial entre algunos CP mediante una rotación ortogonal con criterio varimax de los primeros componentes.

En el presente trabajo se planteó identificar las principales fuentes de variabilidad de la precipitación y detectar la presencia de patrones homogéneos de pluviosidad en los llanos centrales venezolanos a partir de datos de precipitación registrados por el MARNR en la zona. 

Como los fenómenos ambientales suelen ser multiescalares, se exploró la presencia de más de una escala de variación con el propósito de identificar el alcance espacial de las estructuras más influyentes relacionadas con el patrón de precipitación. El rango de correlación espacial de las distintas fuentes de variabilidad identificadas, así como la distribución de los puestos pluviométricos donde la precipitación mensual promedio está dominada por una o más escalas particulares, podrían servir de referencia para un eventual rediseño de las redes de monitoreo que ajuste el muestreo espacial a la(s) escala(s) de la fuente de variabilidad más importante.

MATERIALES Y MÉTODOS

Para el desarrollo de la investigación se dispuso de promedios mensuales de precipitación calculados a partir de mediciones diarias registradas por el MARNR durante el lapso 1968-1983 en 55 puestos pluviométricos, localizados sobre un área rectangular de coordenadas planas limitadas por los intervalos [635 000; 945 000] UTM (longitud Oeste), y [840 000; 1 120 000] UTM (latitud Norte), región que abarca los llanos centrales venezolanos. La información en el espacio es escasa e irregular (ver Figuras 4, 5 y 6, más adelante). Como es común en el monitoreo de variables climáticas, la distribución de los puestos excluye extensas áreas poco pobladas y/o de difícil acceso.

Los fundamentos metodológicos del AKF (ver Goovaerts (1992), Goovaerts et al. (1993) y Wackernagel (1995)) son los siguientes:

Sea:

{zi (xα); i = 1, 2,...., p; α = 1, 2, ..., N}            [1]

el conjunto de datos resultante de muestrear p variables regionalizadas Zi (xα) en N puntos cuya posición está dada por el vector xα. De acuerdo con la Teoría de las Variables Regionailzadas (Matheron (1971), Journel y Huijbregts (1978)), las Zi(xα) se pueden considerar una realización particular del conjunto de funciones aleatorias correlacionadas:

{Zi (x); i = 1, 2, ...., p}                [2]

Sea Z(x) = [ Z1 (x), Z2 (x), ......, Zp (x) ]. Bajo la hipótesis de estacionaridad de orden 2 se puede definir el vector de valores medios:

m = E [ Z (x) ] [3]

la matriz de covarianza:

C(h) = E { [ Z(x) - m ]T [ Z(x+h) - m ] }            [4]

y la matriz de semivariograma:

Γ(h) = 1/2 E { [ Z(x) - Z(x+h) ]T [ Z(x) - Z(x+h) ] }       [5]

Para un incremento h = 0, la matriz de covarianza es igual a la matriz de varianza-covariaza:

C(0) = E { [ Z(x) - m ]T [ Z(x) - m ] } = V          [6]

Las matrices C(h) y Γ(h) dependen del incremento h (no de la posición x), y están relacionadas por la expresión:

Γ(h) = C(0) - 1/2 [ C(h) + C(-h) ]           [7]

En la práctica, la matriz Γ(h) se considera más útil que C(h) porque sólo impone el cumplimiento de la hipótesis de estacionaridad de segundo orden a los incrementos espaciales Z(x) - Z(x+h). Asumiendo que la correlación entre Z(x) y Z(x+h) desaparece cuando ׀h׀ → ∞, entonces C(h) 0 cuando ׀h׀ → ∞ y se deduce de [6] y [7] que:

Γ(h) V si ׀h׀ → ∞                     [8]

La matriz de semivariograma experimental Γ(h) es una matriz simétrica p x p de elementos (h) que se calculan a partir de los datos en la forma:

   [9]

donde Nk es el número de pares increméntales considerados en la estimación correspondiente a un incremento h.

El Modelo Lineal de Corregionalización supone que el conjunto original de funciones aleatorias correlacionadas { Zi (x); i = 1, 2, ..., p } se puede descomponer en un conjunto de funciones aleatorias no correlacionadas { Yvu (x); v = 1, 2, ...., p; u = 1, 2, ...., S } de la forma:

Zi (x) =         10]

donde los Yvu son los factores regionalizados correspondientes a la u-ésima escala espacial y S es el número de escalas espaciales diferentes. Para un mismo índice u, las p funciones aleatorias Yvu (x) tienen la misma función de semivariograma gu(h). Como los Yvu (x) son, por construcción, mutuamente ortogonales, se tiene que:

1/2 E { [ Yvu (x) - Yvu (x+h) ]T [ Yv'u' (x) - Yv'u' (x+h) ] }

=         [11]

de manera que los semivariogramas yij(h) se pueden expresar como combinación lineal de S funciones básicas gu(h) en la forma:

yij (h) = 1/2 E { [ Zi (x) - Zi (x+h) ]T [ Zj (x) - Zj (x+h) ] }

=

=

de forma que:

      [12]

donde:                                         [13]

En notación matricial, el modelo lineal de corregionalización de la ecuación [10] se puede escribir:

Z(x) =      [14]

donde Yu (x) = [ Y1u (x) , Y2u (x) , ... Ypu (x) ], m = [ m1, m2, ..., mp ] y Au es la matriz de transformación [ aivu ]. El modelo multivariado de semivariograma es:

[15]

donde Γ(h) es la matriz p x p de semivariogramas y Bu es la matriz de coeficientes biju conocida como matriz de corregionalización.

Para garantizar que las varianzas de todas las combinaciones lineales de las funciones aleatorias Zi (x) sean positivas, la matriz Γ(h) debe ser condicionalmente semi-definida negativa, lo que se cumple si las gu(h) son modelos autorizados de semivariograma y si cada matriz de corregionalización Bu = [ biju ], u=1, 2, ..., S, es semi-definida positiva. Esta última restricción implica el cumplimiento de las condiciones de Cauchy-Schwarz (necesarias pero no suficientes):

biiu > 0 ; V i, u

 ׀ biju ׀ > ( biiu bjju )1/2 ; V i, j, u   [16]

El significado de Bu se entiende mejor reescribiendo [14] en la forma:

[17]

donde los componentes Ziu(x) de Zu(x) se denominan componentes espaciales, y representan el comportamiento de la función aleatoria Zi(x) a una escala espacial u dada. Asumiendo estacionaridad de orden 2, su matriz de varianza - covarianza es la matriz Bu:

E [ (Zu (x))T Zu (x) ] = E [Au (Yu (x))T Yu (x) (Au )T ] = Au (Au )T = Bu   [18]

Cada matriz de corregionalización describe la relación entre las variables a la escala espacial definida por el rango de la correspondiente función básica gu(h). Asumiendo estacionaridad de orden 2 y comportamiento asintótico de las funciones básicas gu(h) (es decir, gu(h) 1 cuando ׀h׀ → ∞), se deduce de [8] y [15] que:

                                                                [19]

lo que significa que la estructura de correlación descrita por V es una mezcla de estructuras de correlación a diferentes escalas espaciales.

La descomposición de la matriz V en sus componentes principales se puede escribir:

          V = Q Λ QT = A AT ; con A = Q Λ 1/2           [20]

donde Q representa la matriz de autovectores, Λ la matriz diagonal de autovalores y A es la matriz p x p que transforma los componentes principales CPYv(x) en las variables originales Zi(x), de modo que:

       Z (x) = Y (x) AT Λ Y (x) = Z (x) Q Λ-1/2        [21]

con Y (x) = [ Y1 (x), Y2 (x), ..., Yp (x) ] y [ Y (x) ]T Y (x) = I.

De manera similar se puede aplicar un ACP para descomponer las matrices de corregionalización Bu en matrices de transformación Au y resumir las relaciones entre las variables:

   Bu = Au (Au )T Λ Yu (x) = Zu (x) Qu (Λu) -1/2      [22]

En este último caso, las variables originales son los componentes espaciales Ziu(x) y los componentes principales son los factores regionalizados Yvu(x). Puesto que ambas variables son desconocidas, deben ser estimadas mediante cokriging. El estimador cokriging puede escribirse:

                                  [23]

donde p es el número de variables, n es el número de datos (alrededor de xo) usados en la estimación y λαi es el peso asignado al valor de la i-ésima variable en la a-ésima posición. Minimizando la varianza de estimación bajo la restricción de insesgamiento se obtiene un sistema de p x (n+1) ecuaciones lineales cuya solución proporciona los pesos λαi.

El comportamiento del fenómeno observado a diferentes escalas espaciales se puede apreciar mapeando los factores regionalizados Yvu(x) (o los componentes espaciales Ziu(x)). 

Sea:                                                      [24]

el estimador del factor regionalizado Yvu en el punto x0. El correspondiente sistema de cokriging es:

[25]

donde Yij (xα - xβ) representa el semivariograma entre Zi y Zj para h = xα - xβ , los µi son los multiplicadores de Lagrange y gu(xα - x0) representa el valor de la u-ésima función básica gu(h) entre el α-ésimo punto muestral y el punto x0 donde se desea obtener la estimación. La condición de que la suma de los pesos sea cero significa que la media local de cada factor regionalizado también es igual a cero.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El Cuadro 1 muestra la matriz de correlación de los promedios mensuales de precipitación observados en los 55 puestos pluviométricos del estudio durante el lapso 1968-1983. Estos valores describen la relación entre las variables en un mismo lugar (ver ecuación [6]). Los datos no pueden considerarse una muestra aleatoria porque están correlacionados espacialmente, por eso las típicas pruebas de significación carecen de validez. El alto grado de colinealidad presente en los promedios mensuales justifica la aplicación de un Análisis de Componentes Principales. Los resultados -obtenidos con el Sistema S-PLUS for Windows, versión 3.3 (1995)-, muestran que los tres primeros componentes explican el 85,8 % de la variación total representada por la matriz de varianza-covarianza de los doce promedios mensuales de precipitación.

 

Cuadro 1: Matriz de correlación de los promedios mensuales de precipitación.


 

ene

feb.

mar

abr.

mayo

Jun.

Jul.

Agos.

Sep.

Oct.

Nov.

dic.


Ene

1,000

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Feb

0,904

1,000

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mar

0,572

0,657

1,000

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Abr

-0,077

0,111

0,478

1,000

 

 

 

 

 

 

 

 

May

-0,148

0,009

0,419

0,806

1,000

 

 

 

 

 

 

 

Jun

0,027

0,051

0,250

0,352

0,393

1,000

 

 

 

 

 

 

Jul

0,032

0,113

0,163

0,422

0,333

0,703

1,000

 

 

 

 

 

Ago

-0,014

0,113

0,323

0,665

0,624

0,675

0,799

1,000

 

 

 

 

Sep

0,241

0,259

0,413

0,488

0,395

0,510

0,657

0,727

1,000

 

 

 

Oct

0,348

0,428

0,588

0,607

0,554

0,075

0,114

0,340

0,572

1,000

 

 

Nov.

0,744

0,774

0,601

0,330

0,270

0,144

0,153

0,203

0,401

0,624

1,000

 

Dic

0,840

0,788

0,412

-0,089

-0,225

-0,088

-0,030

-0,071

0,235

0,322

0,766

1,000


 

El círculo de correlaciones es un gráfico de la correlación entre las variables originales y un par de los primeros CP que permite resumir las relaciones entre las variables. Con el fin de facilitar la interpretación -y reducir la correlación espacial entre componentes a distancias cortas- se aplicó una rotación ortogonal de los tres primeros ejes principales utilizando un criterio varimax.

Los círculos de correlaciones de la Figura 1(a) permiten apreciar que el primer componente rotado está altamente correlacionado con la precipitación promedio durante junio, julio y agosto (época de lluvia), mientras que el tercer componente aparece fuertemente correlacionado con la precipitación promedio registrada entre noviembre y febrero (temporada seca). Meses de transición entre estaciones (abril, mayo y octubre) contribuyen al segundo componente.

El primer CP rotado, Y1(xα), mostró el gradiente Norte -Sur que caracteriza el comportamiento del período lluvioso en la región estudiada, mientras que el segundo CP rotado, Y2(xα), exhibió un gradiente Este-Oeste (Pradere, 1997a,b). Este efecto no estacionario se removió aplicando una regresión cuadrática sobre las coordenadas xα = (xα , yα) de cada punto de observación:

        = a0,i + a1,i xα + a2,i xα 2 + a3,i yα + a4,i yα 2      [26]

y estimando los semivariogramas sobre los residuales de la regresión { ei,α = Yi,α - ; i = 1, 2; α = 1, 2, ...,55 }. Para la estimación se utilizó el software de dominio público desarrollado por Bogaert et al. (1995), que utiliza como criterio de ajuste la minimización de una suma de cuadrados residual ponderada (WSS). Hasta el momento no se conoce la distribución teórica del estimador [9], de manera que no es posible realizar pruebas en un sentido estadístico. Utilizando una distancia de clase de 15 000 UTM y asumiendo isotropía (Y (h) = Y (׀h׀) = Y (h)), se obtuvo el mejor ajuste (WSS = 0,12159) mediante la suma de un efecto nugget y dos esquemas esféricos de la forma:

Yij (h) = bij1 + bij2 esf (h ; 65 000) + bij3 esf (h; 140 000); i, j = 1, 2, 3  [27]

donde:

esf (h; a) =              [28]

La Figura 1(b) muestra los semivariogramas experimentales simples (h) y los modelos Yii (h) ajustados a los tres primeros CP rotados. Para facilitar su comparación, ambas funciones han sido reducidas de manera que los semivariogramas simples estén principalmente dentro del intervalo [0,1]. El semivariograma del primer CP muestra el mayor efecto nugget y está dominado por la estructura esférica de rango más corto, mientras que los semivariogramas del segundo y del tercer componente exhiben un efecto nugget más reducido y parecen dominados por la estructura de mayor rango. Puesto que el primer componente caracteriza la precipitación promedio durante la temporada de lluvias, el análisis estructural parece indicar que este proceso tiene menor alcance espacial. El cambio de una estación a otra y la precipitación durante el período seco, fenómenos caracterizados por el segundo y el tercer CP, respectivamente, parecen tener un alcance espacial mayor. El marcado efecto nugget en el primer CP podría reflejar el carácter discontinuo de la precipitación a distancias muy cortas.

 

Figura 1: Círculos de correlaciones (a) y semivariogramas experimentales y teóricos simples reducidos (b) para los tres primeros componentes principales (rotados) de la matriz de varianza - covarianza.

Figura 1: Círculos de correlaciones (a) y semivariogramas experimentales y teóricos simples reducidos (b) para los tres primeros componentes principales (rotados) de la matriz de varianza - covarianza.

 

El MLC ajustado permite estimar y mapear los tres primeros CP sobre una malla regular (Pradere, 1997a,b), pero aquí se utilizará sólo para identificar las estructuras de variabilidad espacial que modelarán la corregionalización de las doce variables originales. Se verá ahora la utilidad del AKF para descomponer la matriz V en S matrices Bu de corregionalización y apreciar si la estructura de correlación de estas últimas varía con la escala. Los principales factores regionalizados (obtenidos a partir de [24] y [25]) permitirán generar una clasificación de los patrones de precipitación de acuerdo con la escala de variación espacial.

Previamente al ajuste del Modelo Lineal de Corregionalización, se aplicó de nuevo regresión múltiple para remover tendencias. El ajuste se realizó mediante un software no comercial compuesto por subrutinas Fortran para usar bajo S-PLUS. Dada una matriz W semi-definida positiva y pesos positivos w(hj), Goulard y Voltz (1992) definen como criterio para una distancia del tipo euclidiano el estadístico:

      WSS = w(hj) traza [ (W (Γ(hj) - (hj) ))2 ]         [29]

que proporciona una medida de la bondad del ajuste de Γ(hj) a (hj) para distintos incrementos hj, con j=1, 2, ..., m. Generalmente los pesos w(hj) son proporcionales a la cantidad de información utilizada por el estimador (por ejemplo, el número de pares) y W es la matriz identidad (métrica tipo 0), la matriz diagonal del inverso de las varianzas (métrica tipo 1) o la inversa de la matriz de varianza-covarianza (métrica tipo 2). Es importante notar que la distribución probabilística de [29] es desconocida y, por lo tanto, no puede hacerse una prueba en un sentido estadístico.

Para los doce promedios mensuales Zi (xα) se propuso un MLC análogo a [27]:

Yij (h) = bij1 + bij2 esf (h; 65 000) + bij3 esf (h; 140 000); i, j = 1, 2, ..., 12 [30]

Los coeficientes de cada estructura generan las matrices de corregionalización B1 = [bij1], B2 = [bij2] y B3 = [bij3]. Utilizando una métrica del tipo 2 (W = V-1) se logró un ajuste razonable (WSS = 1,87819), lo que indica que la misma combinación de funciones básicas utilizadas para modelar la corregionalización de los tres primeros CP (rotados) de V genera un MLC adecuado para los promedios mensuales de precipitación.

La Figura 2 muestra los semivariogramas simples experimentales (h) y teóricos Yii(h) para los promedios mensuales. De nuevo, ambas funciones aparecen reducidas al intervalo [0,1].

El efecto nugget es la estructura con mayor peso en los modelos ajustados a los promedios de abril, junio y julio, lo que indica que la precipitación promedio tiene un comportamiento menos continuo a distancias muy cortas durante estos meses. El coeficiente de la segunda estructura espacial (modelo esférico de rango igual a 65 000 UTM) tiene mayor peso en el modelo ajustado a la precipitación promedio de agosto. Para el resto de los promedios mensuales, la tercera estructura espacial (modelo esférico de rango igual a 140 000 UTM) es la más importante. Al aplicar un ACP a cada una de las tres matrices de corregionalización se encontró que los tres primeros componentes explicaban el 69,3 %, el 97,4 % y el 86,5 % de la variabilidad de B1, B2 y B3, respectivamente. La Figura 3 muestra los círculos de correlaciones para las tres matrices, con la inercia de cada componente indicada entre paréntesis.

Como se aprecia en la Figura 3, promedios relacionados con la temporada de lluvias están altamente correlacionados con el primer eje principal de B2, la matriz que describe la correlación entre las variables a la escala de 65 000 UTM, mientras que los promedios relacionados con la estación seca están altamente correlacionados con el primer eje principal de B3, matriz asociada a la escala de 140 000 UTM. La precipitación promedio durante el mes de octubre (transición lluvia - sequía) muestra una alta correlación con el primer CP de B3 (estructura de rango largo), mientras que los promedios de abril y mayo (transición sequía - lluvia) están correlacionados con el primero y segundo ejes principales de B2 (estructura de rango corto), respectivamente. Los tres primeros CP de B1 -matriz asociada al efecto nugget- muestran una correlación de moderada a débil con la mayor parte de las variables; la mayor correlación ocurre entre el primer CP y el promedio de julio, el mes con componente nugget más importante.

 

Figura 2: Semivariogramas experimentales y teóricos simples reducidos para los doce promedios mensuales de precipitación.

Figura 2: Semivariogramas experimentales y teóricos simples reducidos para los doce promedios mensuales de precipitación.

 

 

Figura 3: Círculos de correlaciones para los tres primeros componentes principales de las matrices de corregionalización (la inercia de cada componente se indica entre paréntesis).

Figura 3: Círculos de correlaciones para los tres primeros componentes principales de las matrices de corregionalización (la inercia de cada componente se indica entre paréntesis).

 

Los resultados muestran que la precipitación mensual promedio, descrita a partir de V mediante dos temporadas claramente definidas -lluviosa y seca- y la transición entre ellas, puede describirse también en términos de procesos que ocurren a diferentes escalas espaciales:

a. La estación lluviosa tiene, fundamentalmente, un carácter discontinuo a distancias muy cortas (efecto nugget) y correlación espacial de corto alcance (65 000 UTM).

b. Tanto la época de sequía como la transición de lluvia a sequía están influenciadas por la estructura de mayor rango espacial (140 000 UTM).

c. La transición de la temporada seca a la lluviosa está asociada, básicamente, a la estructura con rango espacial de 65 000 UTM.

El alcance espacial de los procesos de lluvia y sequía caracterizado antes fue parcialmente descrito a través de la matriz V. En cambio, la transición entre estaciones, que aparecía como un proceso único en el análisis previo, muestra una correlación espacial de corto rango en un sentido -seco a lluvioso y de rango mayor en sentido contrario -lluvioso a seco. Este comportamiento no pudo apreciarse en el ACP de V, donde ambos efectos están mezclados. Los resultados anteriores muestran cómo el AKF permite asociar a diferentes escalas de variación espacial aspectos de la estructura de correlación que están mezclados en V. La descomposición de V en matrices de corregionalización Bu permite definir el alcance espacial de cada uno de los procesos básicos de lluvia, sequía y transición entre estaciones identificados en el ACP de V.

Con el propósito de apreciar la influencia de la escala espacial, se estimaron los dos primeros factores regionalizados para cada una de las tres estructuras de variabilidad identificadas en el estudio. Puesto que para distancias superiores al rango de correlación espacial, el valor de cualquier factor regionalizado asociado a la u-ésima escala es igual a cero -su media local-, la estimación se limitó a los puntos muéstrales, ya que una malla regular habría generado un mapa difícil de interpretar. No se hará referencia a la precisión de las estimaciones porque, en el caso del kriging factorial, el cálculo de la varianza de estimación no es directo (Wackernagel, 1995).

La Figura 4 muestra los factores regionalizados (xα) estimados en los puntos muéstrales para el efecto nugget (a) y para las escalas de 65 000 UTM (b) y 140 000 UTM (c). El área del símbolo utilizado (circular para valores positivos y cuadrado para valores negativos) es proporcional al valor estimado. Los puestos situados al Oeste y al Nor - Noreste parecen más influenciados por el efecto nugget, principalmente vinculado a la precipitación promedio durante el mes de julio. Al Centro y Centro- Este se observa variabilidad espacial a la escala de 65 000 UTM que, como se vio, aparece asociada al período lluvioso y a la transición sequía- lluvia. Finalmente, en algunos puestos situados al Este se aprecia el efecto de la escala de 140 000 UTM, vinculada a la temporada de sequía y al cambio lluvia - sequía.

Los dos primeros factores regionalizados estimados en los puntos muéstrales se utilizaron para generar una clasificación de los puestos pluviométricos según la escala de variación espacial. Por simplicidad, el valor estimado de cada factor se sustituyó por uno de tres niveles para representar valores inferiores a 0,5 (nivel 1), valores entre 0,5 y 0,5 (nivel 2), y valores mayores de 0,5 (nivel 3). Este procedimiento generó nueve grupos diferentes para cada escala:

 


GRUPO

A

B

C

D

E

F

G

H

I


Factor Regionalizado 1

1

1

1

2

2

2

3

3

3

Factor Regionalizado 2

1

2

3

1

2

3

1

2

3


 

El Cuadro 2 muestra la clasificación para las tres escalas, y la Figura 5 muestra cómo la distribución de los grupos generados varía notablemente de una escala espacial a otra. Puesto que el nivel 2 representa valores alrededor del cero, la importancia de una escala particular en la variabilidad de la precipitación mensual promedio está dada por los niveles 1 y 3.

 

Figura 4: Mapas de los dos primeros factores regionalizados estimados en los puntos muéstrales. El área del símbolo utilizado (circular para valores positivos y cuadrado para valores negativos) es proporcional al valor estimado.

Figura 4: Mapas de los dos primeros factores regionalizados estimados en los puntos muéstrales. El área del símbolo utilizado (circular para valores positivos y cuadrado para valores negativos) es proporcional al valor estimado.

 

 

Cuadro 2: Clasificación de puestos pluviométricos en función de los dos primeros factores regionalizados estimados para cada escala de variación espacial.




No.



Longitud
(UTM)



Latitud
(UTM)



Código



Nombre

Efecto nugget


65 000 UTM


140 000 UTM


FR1

FR2

CL1

FR1

FR2

CL2

FR1

FR2

CL3


1

804 517,8

846 582,1

2401

Cabruta

1

3

C

3

2

H

3

1

G

2

765 874,6

1 024 501,2

2412

Pirital

2

2

E

2

2

E

2

2

E

3

801 953,1

900 798,0

2413

Santa Rita

3

2

H

1

2

B

2

2

E

4

778 335,1

971 468,2

2414

Vaquerito

2

2

E

3

2

H

2

1

D

5

785 101,9

1 098 789,3

2415

Guanapito

2

2

E

2

2

E

2

2

E

6

679 803,5

1 097 010,9

2417

San Juan Los Morros

1

2

B

2

3

F

3

2

H

7

716 164,1

1 068 445,0

2418

Vega Grande

3

1

G

3

1

G

1

2

B

8

667 900,9

1 061 561,6

2419

La Palmita

3

3

I

2

1

D

2

2

E

9

675 776,8

1 019 568,3

2420

Mapurite

1

3

C

3

2

H

2

2

E

10

672 195,0

1 082 595,5

2423

Canta Gallo

2

2

E

3

2

H

2

2

E

11

662 326,5

1 081 444,8

2424

Paso Pelao

2

1

D

2

2

E

2

3

F

12

787 469,3

1 076 672,0

2425

Lezama

1

2

B

1

2

B

2

2

E

13

677 959,3

1 022 896,1

2426

La Yeguera

3

3

I

3

2

H

2

3

F

14

655 748,7

1 080 310,8

2427

Hato Paradero

2

3

F

2

3

F

2

3

F

15

687 604,2

1 072 715,5

2430

Parapara

3

3

I

2

2

E

2

1

D

16

645 970,9

1 055 940,8

2431

Río Verde

1

1

A

2

3

F

2

2

E

17

680 053,9

1 045 026,7

2455

Morrocoyes

1

2

B

2

2

E

2

2

E

18

658 119,3

1 038 294,3

2465

San José de Tiznados

3

3

I

2

3

F

3

2

H

19

713 044,8

1 037 452,4

2469

El Sombrero

2

1

D

1

2

B

1

2

B

20

699 804,9

1 048 443,1

2470

EL Sombrero-Km. 18

2

1

D

1

3

C

2

3

F

21

739 405,4

1 038 713,4

2471

Kilómetro 25

2

1

D

1

3

C

2

2

E

22

716 432,6

1 020 877,4

2477

Encrucijada Calabozo

3

2

H

1

2

B

2

2

E

23

705 121,2

1 080 551,4

2483

Faltriquera

1

3

C

2

1

D

2

2

E

24

695 638,9

1 003 070,3

2493

Palo Seco

2

1

D

2

2

E

2

2

E

25

672 557,4

1 001 858,0

2495

El Rastro

3

2

H

3

3

I

1

3

C

26

876 989,5

1 020 984,6

2499

Quebrada Honda

1

2

B

3

2

H

1

2

B

27

787 771,8

1 036 830,6

2503

Los Arbolitos

3

3

I

1

2

B

2

2

E

28

808 690,9

1 032 564,3

2504

Salinetas Manapire

2

2

E

2

3

F

2

2

E

29

781 706,3

1 112 043,8

2505

Guatopo

1

3

C

3

3

I

2

2

E

30

799 321,3

1 104 437,6

2507

San Francisco de Macaira

3

1

G

3

3

I

2

2

E

31

930 107,6

994 934,4

2508

El Dividive

2

1

D

1

1

A

2

3

F

32

858 515,1

995 341,7

2509

El Socorro

3

2

H

1

2

B

1

2

B

33

785 119,3

1 096 575,8

2519

Orocoyal - Venado

2

2

E

2

2

E

3

2

H

34

807 141,9

1 087 898,9

2528

Paso Real

1

2

B

2

2

E

2

2

E

35

762 472,1

1 039 970,1

2550

Memo Kilómetro 50

2

2

E

2

2

E

2

2

E

36

784 350,8

1 053 406,4

2555

Libertad de Orituco

3

2

H

2

2

E

2

2

E

37

792 309,8

1 018 049,2

2586

ROBLECITO

1

2

B

1

2

B

2

2

E

38

934 453,4

1 000 522,2

2600

Potrerito

1

3

C

1

1

A

3

2

H

39

819 131,0

1 097 964,5

2601

Soublette

1

1

A

2

2

E

2

2

E

40

875 836,1

1 026 511,4

2624

El Caro de la Negra

2

3

F

3

1

G

1

2

B

41

846 760,7

1 078 285,1

2630

Uveral

1

3

C

1

1

A

2

2

E

42

868 905,5

1 060 778,1

2640

Kilómetro 133 - Coromoto

2

1

D

1

2

B

1

3

C

43

840 459,9

1 046 116,8

2674

El Palmar

2

2

E

1

2

B

1

3

C

44

684 741,6

982 003,6

3400

Biología Los Llanos

1

2

B

3

2

H

2

2

E

45

663 843,2

981 914,3

3403

Los Naranjos

1

1

A

2

1

D

1

3

C

46

676 336,6

885 746,6

3415

Guayabal

2

2

E

2

2

E

1

1

A

47

678 107,7

989 716,1

3437

La Misión

2

2

E

3

2

H

2

2

E

48

719 882,5

993 240,3

3501

El Calvario

1

3

C

2

1

D

2

1

D

49

730 875,0

994 408,0

3502

Palenque - Dispensario

2

2

E

2

1

D

2

2

E

50

819 981,8

996 124,2

3503

Hato El Burro

2

2

E

3

1

G

2

1

D

51

807 868,4

997 136,6

3504

La Culebra

2

2

E

2

2

E

2

2

E

52

799 504,8

936 198,7

3505

San Antonio

2

1

D

2

2

E

2

2

E

53

835 563,1

975 215,4

3601

El Palito

1

3

C

2

1

D

1

1

A

54

877 646,8

950 106,6

3602

Altamira

1

2

B

2

3

F

3

3

I

55

903 824,8

979 152,8

3625

Santa María de Ipire

3

3

I

2

3

F

2

3

F


FRi = Factor Regionalizado i ; CLi = Clasificación para la i-ésima escala.

 

 

Figura 5: Clasificación de puestos pluviométricos en función de los dos primeros factores regionalizados: a) efecto nugget; b) 65 000 UTM; c) 140 000 UTM.

Figura 5: Clasificación de puestos pluviométricos en función de los dos primeros factores regionalizados: a) efecto nugget; b) 65 000 UTM; c) 140 000 UTM.

 

El Cuadro 3 resume la situación para cada puesto, y la Figura 6 muestra la distribución de puestos pluviométricos en función de la escala espacial dominante. La precipitación mensual promedio es el resultado de procesos dominados por las tres escalas espaciales en 20 puestos situados al Sur, Este y Oeste. En 14 puestos del Oeste y de un eje central Norte - Sur se observa el predominio de dos estructuras: el efecto nugget y la escala de 65 000 UTM, y en esa misma zona hay 6 puestos en los que el efecto nugget es la estructura espacial más importante. En la zona Centro- Norte ninguna de las tres estructuras parece tener influencia.

 

Cuadro 3: Clasificación de puestos pluviométricos en función de la escala espacial dominante.




Puestos (Código)

Escala Dominante


Efecto nugget

65 000 UTM

140 000 UTM

Total


2412, 2415, 2550, 3504

4

2455, 2493, 2528, 2555, 2601, 3505

x

6

2423, 2504, 3437, 3502

x

4

2519, 3415

x

2

2413, 2419, 2420, 2425, 2431, 2471, 2477,

x

x

14

2483, 2503, 2505, 2507, 2586, 2630, 3400

2424, 2430

x

x

2

2414, 2674, 3503

x

x

3

2401, 2417, 2418, 2426, 2427, 2465, 2469

x

x

x

20

, 2470, 2495, 2499, 2508, 2509, 2600, 2624

, 2640, 3403, 3501, 3601, 3602, 3625

55


 

 

Figura 6: Clasificación de puestos pluviométricos en función de la escala espacial dominante (0 = ninguna; 1 = efecto nugget; 2 = 65 000 UTM; 3 = 140 000 UTM).

Figura 6: Clasificación de puestos pluviométricos en función de la escala espacial dominante (0 = ninguna; 1 = efecto nugget; 2 = 65 000 UTM; 3 = 140 000 UTM).

 

AGRADECIMIENTO

Esta investigación fue financiada por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela a través del Proyecto CDCH Nº 08-11-3265/94, y cofinanciada por el Consejo de Investigación de la Facultad de Ingeniería de la UCV. La autora desea agradecer a la Dra. Lelys Bravo de Guenni (USB) por suministrar los datos que sirvieron de base para el análisis y al Dr. Michel Goulard (I.N.R.A., Francia) por proporcionar el software necesario para ajustar un Modelo Lineal de Corregionalización y estimar factores regionalizados. Igualmente a los revisores, por sus interesantes observaciones.

BIBLIOGRAFÍA

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