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Alexander S�nchez*
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Resumen |
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En la explotaci�n ganadera de Venezuela se han venido empleando, al igual que en otros pa�ses tropicales, las gram�neas naturales y/o naturalizadas como fuente de alimentaci�n, debido a las condiciones climatol�gicas ya su uso tradicional entre ganaderos. Igualmente se ha venido trabajando en muchas explotaciones con alimentos concentrados para suplir nutrimentos en cantidades adecuadas y satisfacer as� los requerimientos nutricionales del reba�o. El suministro de este suplemento alimenticio se emplea para compensar algunos elementos nutritivos esenciales que las gram�neas en general no poseen la habilidad de proporcionarles, bien por factores intr�nsecos de la planta o extr�nsecos del medio agroecol�gico existente. Es muy amplia la gama de elementos nutritivos necesarios para que cualquier reba�o los traduzca en una �ptima producci�n de carne y/o leche. Dentro de estos elementos se encuentran las prote�nas, cuyas fuentes de suministro son muy diversas. Las gram�neas aportan cantidades limitadas de �stos. Por ello se recurre a otras alternativas para suplir a cabalidad los requerimientos espec�ficos de cada reba�o.
La obtenci�n de fuentes proteicas es sumamente costos en los actuales momentos; en tal sentido, se ha venido trabajando en la b�squeda de alternativas que resulten econ�micas y viables, ya que prescindir de este componente nutritivo en sus niveles adecuados desfavorece en grado sumo la producci�n ganadera. Las leguminosas son especies que por su misma naturaleza son capaces de sintetizar altos niveles de prote�nas, con una menor tasa de disminuci�n de este componente con la edad de la planta. Por su gran diversidad las leguminosas se pueden encontrar en condiciones naturales o cultivadas. En la actualidad se tienen identificados 748 g�neros y 19.700 especies de leguminosas dispersas, tanto latitudinal como altitudinalmente en una diversidad de ecosistemas. Estas son plantas, en su mayor�a, de origen tropical, que se desenvuelven generalmente en regiones de condiciones adversas: altas temperaturas, precipitaci�n extrema (excesiva o escasa) y suelos de baja fertilidad. Todas estas caracter�sticas las hacen de un alto potencial en la ganadera como fuente de prote�na de bajo costo, la cual incrementar�a la calidad de la dieta de los animales. Potencialidades de las leguminosas en la ganader�a Como fuente nutritiva: existen muchas experiencias que tratan sobre las bondades que poseen las leguminosas en la alimentaci�n animal; especies que se vienen estudiando desde hace m�s de 45 a�os, con lo cual se ha comprobado que su suministro contribuye a aumentar la respuesta en la producci�n de leche y carne, as� como tambi�n a mejorar la eficiencia reproductiva de los reba�os. Entre las caracter�sticas m�s resaltantes de las leguminosas como fuente alimenticia podemos se�alar: 1. Son una fuente importante de prote�nas de buena calidad, dado que poseen una amplia gama de amino�cidos esenciales que las hacen superiores a las gram�neas tropicales. 2. Presentan una concentraci�n de nitr�geno en las hojas, superior al de las gram�neas. 3. Sus contenidos de prote�na tienden a disminuir m�s gradualmente que en las gram�neas, en lo referente con la edad de la planta. 4. Son plantas ricas en calcio. 5. Presentan bajos niveles de fibras, en comparaci�n con las gram�neas tropicales.
Como mejoradora del suelo: otra bondad de estas especies es la de mejorar los suelos desde el punto de vista de fertilidad, pues tienen la propiedad de fijar el nitr�geno gaseoso de la atm�sfera, a trav�s de una simbiosis con microorganismos bacterianos del g�nero Rizobium. La simbiosis se sucede por medio de los pelos adsorbentes de las ra�ces que son "infectados" por estas bacterias, formando conglomerados celulares denominados n�dulos. La fijaci�n de nitr�geno que se realiza en estos n�dulos, es aportado al suelo una vez envejecidas o muertas las ra�ces, siendo f�cilmente aprovechado por otras plantas. La cantidad de nitr�geno fijado por algunas plantas leguminosas pueden variar de 20 a 560 Kg./ha a�o, dependiendo del suelo y de la humedad disponible en el medio agroecol�gico. Esta cualidad de fijar nitr�geno y otros elementos importantes (f�sforo), le dan a las leguminosas la facultad de habitar en suelos de fertilidad pobre, sin que esto les afecte significativamente en calidad y cantidad de biomasa. Formas de uso La forma de usar las leguminosas como elemento mejorador de la alimentaci�n del reba�o debe corresponder a las necesidades que posean las unidades de explotaci�n, de acuerdo con la intensidad de la ganader�a, de las condiciones generales de los pastizal es y del manejo en general. Existen dos modalidades importantes para el uso de las leguminosas, que son las asociaciones con gram�neas y los bancos de prote�nas. Asociaciones con gram�neas. Se puede definir la asociaci�n como la interrelaci�n arm�nica y equilibrada entre dos o m�s especies, siendo en este caso gram�neas y leguminosas. Estas asociaciones se pueden realizar con leguminosas nativas que se encuentran presentes en el pastizal o con especies introducidas ya probadas. En ocasiones, las especies naturales se ven amenazadas a desaparecer por acci�n del hombre, quien desconociendo sus bondades, realiza pr�cticas de mantenimiento de potreros como el control qu�mico de malezas, perjudic�ndolas gravemente. Esto desmejora significativamente las condiciones nutricionales del pastizal. Las asociaciones con especies introducidas, tambi�n son otras v�as factibles. En este caso se jugar�a con la agresividad vegetativa, tanto de las gram�neas presentes como de la leguminosa a usar. Esto es muy importante, va que si no existe ese equilibrio, la competencia se hace dif�cil, persistiendo, finalmente, la m�s agresiva e invasora de las dos (Cuadro 1). Con estas asociaciones se pretende introducir en el subsistema pastizal un componente mejorador de la dieta animal, sobre todo en las �pocas cr�ticas, donde decaen dr�sticamente los niveles proteicos de las gram�neas a causa del estr�s h�drico. Tambi�n es una alternativa para mejorar pasturas pobres desde el punto de vista nutritivo. Las asociaciones se pueden usar en diferentes formas, estando su selecci�n particular sustentada en el tipo de especies a emplear (leg-gram) y manejo del pastoreo (Figura 1 ). Banco de prote�nas. Un banco de prote�nas no es m�s que un �rea de terreno o potrero destinado al uso exclusivo de una especie vegetal rica en prote�nas, el cual puede ser usado mediante un pastoreo controlado o cosecharse mediante pr�cticas de cortes. Para la implantaci�n de este sistema se requiere de especies de alta producci�n de materia seca, un buen desenvolvimiento durante la �poca seca y que garantice una buena calidad tanto qu�mica como f�sica en el forraje. Una de las plantas promisorias para este tipo de sistema es la leucaena, cuyas caracter�sticas de rendimiento, palatabilidad y calidad la hacen una leguminosa importante para la alimentaci�n bovina. En la zona oriental del estado Falc�n, espec�ficamente la zona de Bajo Tocuyo, se trabaja con esta leguminosa con la meta de reducir los costos de producci�n en fincas con orientaci�n lechera. Este trabajo se lleva a cabo mediante una actividad de investigaci�n. El ensayo en s�, est� centrado en la introducci�n de una alternativa tecnol�gica de f�cil adopci�n por el productor.
Limitaciones de las leguminosas forrajeras Una limitante importante de las leguminosas tropicales es la de presentar sustancias antimetab�licas que producen efectos t�xicos en el animal (Cuadro 2). El consumo excesivo de algunas especies puede causar problemas que llegan a ser severos, sobre todo cuando se usan como fuente exclusiva (banco de prote�nas). En el caso de las asociaciones se puede presentar con menos frecuencia, ya que el animal tiende a consumir preferentemente la gram�nea presente. En los casos observados de intoxicaci�n por el consumo excesivo de leguminosas, no ha causado la muerte. La acci�n puede ser reversible con s�lo suprimir la leguminosa de la dieta diaria.
Las leguminosas como la leucaena son altamente recomendadas para el establecimiento de bancos de prote�nas, que requieren de especies de alta producci�n de materia seca y buena persistencia durante la �poca seca. Con estos bancos se asegura una provisi�n de recursos alimenticios de alto valor nutritivo en la �poca de escase |