FONAIAP DIVULGA > Colecci�n > N�mero 50   Octubre-Diciembre  1995

  FONAIAP   DIVULGA  No.  50                                                                                                             Octubre-Diciembre  1995


El Banco de Germoplasma de Mus�ceas del CENIAP: I. Fuente de diversidad gen�tica

Gustavo Mart�nez (Investigador)
 Rafael Parga; Edwuar Manzanilla (T�cnicos Asociados a la Investigaci�n); 
Daniel Mu�oz (Obrero Especializado) 
FONAIAP - Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Maracay.

Resumen

Desde hace 30 a�os, se iniciaron en el CENIAP los trabajos de colecci�n de materiales criollos e introducciones del g�nero Musa, lo que actualmente permite contar una valiosa colecci�n de 121 materiales gen�ticos, a partir de la cual se podr�n seleccionar nuevas variedades mejoradas para enfrentar los problemas fitosanitarios y de productividad que puedan afectar la producci�n de mus�ceas, rengl�n de gran importancia en nuestra dieta y de amplias perspectivas como producto de exportaci�n.


Las mus�ceas han estado muy arraigadas a la historia de nuestro pa�s, al punto de encontrarse involucradas en los procesos socio econ�mico actuales (consider�ndose el pl�tano y el cambur elementos esenciales en la dieta del venezolano).

El cultivo del pl�tano para 1991 tuvo una producci�n nacional de 507.000 t, siendo los estados Zulia y Barinas los de mayor producci�n; mientras que la del cambur fue de 1.170.000 t, radicada mayormente en Aragua, llegando a cubrir la demanda interna y el excedente destinado a la exportaci�n. La producci�n de ambos cultivos ha sido afectada por la, enfermedad sigatoka negra. (Mycosphaerella fijiensis), la cual causa un da�o considerable en plantaciones de pl�tanos y cambures en la zona occidental del pa�s (sur del Lago de Maracaibo). En los actuales momentos se encuentra en el estado Yaracuy, lo cual representa una gran amenaza para las plantaciones presentes en el estado Aragua.

Uno de los clones de la colecci�n FHIA,  proveniente de la Fundaci�n Hondure�a de Investigaciones Agron�micas, con resistencia a la sigatoka negra.

Todo lo anterior refleja la necesidad de buscar un aumento sustancial en la productividad y calidad de los mismos, lo cual va a estar directamete relacionado con los beneficios que obtendr� el productor y s�lo podr� ser cubierto mediante la selecci�n de materiales altamente productivos y resistentes al ataque de plagas y enfermedades. Para ello, es necesario la generaci�n y/o mejoramiento de tecnolog�as que permitan un �ptimo aprovechamiento de los recursos existentes y la conservaci�n del germoplasma (o banco de genes) para tal fin.

En los �ltimos a�os, los productos de estos cultivos han logrado penetrar los mercados de Europa y Norteam�rica, por ser considerados fuentes principales en carbohidratos y minerales (1 ).

Bajo este enfoque, las mus�ceas tienen gran importancia en las regiones tropicales del mundo, al punto tal que la econom�a de algunos pa�ses se basa exclusivamente en la comercializaci�n de estas frutas (3).

El mantenimiento de la diversidad biol�gica es uno de los objetivos fundamentales de cualquier naci�n. Esto ha conducido al desarrollo de actividades interinstitucionales a nivel mundial para el cumplimiento de este objetivo. Por lo tanto, el grado en el cual una colecci�n represente esta diversidad gen�tica, es mucho m�s importante que el tama�o de dicha colecci�n (6).

Con el progreso de las civilizaciones se ha puesto en evidencia el proceso de desaparici�n de la variabilidad gen �tica, que es parte del fen�meno denominado erosi�n gen�tica, y que engloba tres factores: (a) la destrucci�n o modificaci�n de los centros de origen de los cultivos o centros de variabilidad, (b) el desplazamiento de las variedades tradicionales por las variedades modernas y (c) la actual presi�n ejercida sobre geneticistas y mejoradores para generar variedades de mayor producci�n, que hacen que estas variedades modernas sean gen�ticamente m�s uniformes con una base m�s estrecha, haci�ndolas m�s susceptibles (en algunos casos) a las plagas y enfermedades (5).

Estos planteamientos dejan ver la urgente necesidad de conservar todos los recursos gen �ticos que sean posibles, ya que el problema no es s�lo superar las imitaciones de las variedades actuales, sino preverlas de las futuras.

La �nica fuente actual de genes que puede solucionar estos problemas es la que se encuentra inserta en el germoplasma que se proceso plantas silvestres a cultivadas (5)

Preservando la biodiversidad

La agricultura moderna debe tener como punto central de desarrollo los bancos de germoplasma, consider�ndose que los recursos gen�ticos est�n sometidos a riesgos de perderse o disminuir por destrucci�n del h�bitat, desastres naturales o negligencia humana (6).

Perspectivas

Las razones que han motivado la preservaci�n, estudio e instalaci�n de un banco de germoplasma de mus�ceas a nivel nacional, son evidentes:

1) Cultivo b�sico en la dieta del venezolano

2) Importancia econ�mica a nivel mundial

3) Evidencias de p�rdidas de muchos clones en los principales bancos de germoplasma a nivel mundial.

4) Consolidar y sistematizar, estudios gen �ticos coordinados, a fin de obtener soluciones a problemas de producci�n y de sanidad vegetal.

En este sentido, es necesario realizar evaluaciones constantes, a fin de explorar posible variabilidad clonal. Dichas evaluaciones est�n en funci�n de los siguientes aspectos:

1) Caracter�sticas cualitativas y cuantitativas de racimos.

2) Estudios de los ciclos de floraci�n y cosecha.

3) Capacidad de encepamiento.

4) Resistencia o tolerancia a plagas y enfermedades.

5) Cuantificaci�n de material vegetal post-cosecha.

Las mutaciones som�ticas en pl�tanos y cambures han originado una gran cantidad de formas, muchas de las cuales tienen un alto valor agron�mico. La mayor�a de los pl�tanos y cambures actualmente explotados a nivel mundial son producto de una selecci�n de variantes som�ticos (2).

Parcela de replicaci�n de la colecci�n INIBAP, que forma parte de las introducciones recientes al banco de Germoplasma de mus�ceas del CENIAP

Perspectivas

El enfoque planteado en relaci�n a los bancos de germoplasma en general, implica la instalaci�n de uno con todas las colecciones (Banco Central) y la creaci�n de Bancos Regionales en los cuales su estructura deber� de estar basada en la recolecci�n de especies propias de cada regi�n en particular, haciendo �nfasis en aquellas que puedan tener un valor comercial significativo para cada zona en particular. Todo ello se deriva del alto costo de mantenimiento de una colecci�n a nivel de campo, siendo un requisito indispensable la r�plica de dicha colecci�n en una zona distante como una medida de seguridad. Adicionalmente, queda abierta la posibilidad de crear una colecci�n a nivel de cultivo in vitro (Ver Figura1).

Los estudios taxon�micos, morfol�gicos y evaluativos de clones y cultivares de mus�ceas se iniciaron en nuestro pa�s en 1965, bajo la tutela del Investigador Oscar Haddad (actualmente personal jubilado del FONAIAP) y en la actualidad se cuenta con 121 registros de introducci�n que cubren un �rea de 21.892 m2, que pueden ser utilizados con fines de mejoramiento gen�tico. Estas introducciones comprenden:

26 clones de pl�tanos
36 clones de cambures y afines
16 clones de la colecci�n INIBAP
8 clones de topocho
31 clones de la colecci�n HH
4 clones de la colecci�n FHIA.

El Investigador Oscar Haddad logr� obtener los clones CENIAP 58 (AAA) y CENIAP 59 (AAA), los cuales son producto de una selecci�n masal del grupo cavendish. A nivel del Banco de Germoplasma (libre crecimiento y diferentes distancias de siembra) obtuvo una producci�n de 95 t/ha y de 77 t/ha respectivamente, lo cual al compararlos con el promedio nacional de 25 t/ha da un incremento de 70 y 52 t/ha, e inclusive al hacer comparaciones con el estado Aragua (que es la zona de mayor producci�n), cuyo promedio fue de 56 t/ha, se observa una marcada diferencia. Se tiene previsto realizar ensayos regionales a nivel de los productores.

 

(Continuar�).