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Divulgativo CENIAP Volumen 3(4) - 2003 |
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Uno de los aspectos importantes cuando se inicia un vivero de cítricas es conocer los patrones que se utilizarán, ya que estos constituyen el sostén o soporte de la copa o variedad que se desea explotar, por lo que es muy importante conocer las características de las combinaciones patrón-copa que se van a utilizar en la fundación de un huerto. Es importante señalar, que del manejo adecuado de las plantas en el vivero depende en un alto grado el éxito de las plantaciones. Otro elemento de gran importancia son las copas o materiales requeridos por los productores de cítricas en la zona de influencia o cercanas a la ubicación del vivero. Entre ellas se destacan: la naranja Valencia para extracción de jugo, la naranja California y la Mandarina Dancy para consumo fresco, lima persa con un gran valor comercial y algunos grapefruits. Preparación de mezclas de suelo Las mezclas deben estar formadas por suelos que faciliten, al mismo tiempo: el buen drenaje y la retención de humedad. Comercialmente, la mezcla de suelo ideal es aquella que mantiene una relación de 3 a 1, es decir, que contiene tres partes de arena y una de tierra. Sin embargo, las mezclas se pueden preparar siguiendo cualquiera de las recomendaciones que se describen a continuación: - Dos partes arena y una de tierra, Todos los componentes de la mezcla se deben cernir previamente, y si se utiliza materia orgánica, ésta debe estar totalmente descompuesta. Desinfección de las mezclas
- Formol al 40% - Basamid (Dazomet™) - Vapor de Agua
Patrones utilizados
- Cleopatra Son patrones susceptibles a la Gomosis, enfermedad que afecta el tallo de los árboles, y tolerantes a los virus que causan la Exocortis y la Xyloporosis. Además, poseen baja resistencia a la sequía y tienen un buen comportamiento en los suelos livianos y en los medianos. Sobre este patrón se pueden injertar diferentes copas o variedades de naranja, y debido a la buena relación patrón-copa que por lo general se establece, propician la producción de frutos de buena calidad para la industria. - Limón Volkameriano Para producir 1 kilogramo de semillas se deben cosechar 75 kilogramos de frutos, aproximadamente. - Trifoliados - Citrumelo Swingle Este patrón induce al bajo porte y es por eso que se utiliza en la siembra de altas densidades de poblaciones (más de 1200 plantas/ha). Se comporta bien en suelos livianos y pesados, y es tolerante a los virus de la Exocortis y la Xyloporosis. Sus frutos son aperados, pubescentes (vellos) y de buena calidad. Para obtener 1 kilogramo de semilla se deben cosechar 40 Kilogramos, aproximadamente, de frutos. - Citrange Carrizo Sus frutos son pequeños y redondeados. Para obtener 1 kilogramo de semilla es necesario recolectar 40 kilogramos de frutos. Colecta de frutos, extracción y conservación semillas - Preferiblemente, los frutos se deben colectar directamente del árbol con el propósito de evitar la contaminación con los hongos presentes en el suelo. - Los frutos deben encontrarse en estado de maduración fisiológica o 'hechos'. - Con la ayuda de una navaja se le realiza una incisión al fruto, alrededor de su parte media, evitando cortarlo en dos mitades para no dañar las semillas. - Las semillas se extraen exprimiendo los frutos. - Se procede a lavar la semilla con agua para quitarle el mucílago, evitando así que se contaminen con hongos o bacterias. - Las semillas se sumergen en agua hervida a 50 oC durante 10 minutos como medida fitosanitaria para eliminar posibles organismos patógenos, tales como bacterias y hongos. - Las semillas se dejan secar bajo sombra, colándolas sobre un papel absorbente (bolsas de harina de panadería) durante 12 a 24 horas. - Se recogen cuando estén secas y se les esparce un funguicida (por ejemplo, Dithane M-45™), a razón de unos 5 gramos por cada kilogramo de semilla. - Se colocan en bolsas de plástico o envases de vidrio bien sellados, y se guardan en una cava a una temperatura de 4 oC o 5 oC y al 50% de humedad. Preparación de semilleros Su construcción debe hacerse con dos hileras de bloques, formando rectángulos de 1 metros x 10 metros de largo y dejando suficiente espacio entre uno y otro rectángulo (0,50 metros), para facilitar las labores de cuido y mantenimiento. La siembra se realiza en el semillero, previamente desinfectado, haciendo surcos a una profundidad de 2 centímetros, con 5 centímetros de separación, y colocando las semillas en hileras, una detrás de la otra, las cuales después se tapan suavemente con la palma de la mano. Luego, se procede a regar una vez al día.
El llenado de bolsas Las bolsas se llenan con una mezcla de suelo semejante o igual a la que se utilizó en los semilleros, es decir: desinfectada, de textura franco, con buen drenaje y una retención de humedad adecuada. Es fundamental dejar un espacio libre, sin mezcla, de unos 4 centímetros en la parte superior de la bolsa, el cual sirve para retener el agua cuando se realizan los riegos y para permitir que toda la mezcla que se encuentra en la bolsa se pueda humedecer totalmente. Después que se llenan las bolsas, se trasladan al lugar en donde se colocan formando hileras. El propósito de disponer las bolsas con las plantas, de esta manera, es facilitar la aplicación de las prácticas agrícolas rutinarias: riego, control de malezas, transplante, injertación y control fitosanitario.
Transplante Se eliminan las plantas más grandes y las más pequeñas en cada hilera, tomando solo las intermedias, de igual tamaño, que no presenten raíces deformes o cuello de cisne. Estas plantas serían las que tienen las características de la planta madre (Nucelares).
Injertación La injertación posee varias ventajas: permite obtener plantas más uniformes, las cuales producen más temprano, así como las plantas del material deseado, por ejemplo, Naranjos con las características en producción y el tipo. Las varetas que se utilizarán en la injertación se deben extraer de plantas sanas, mayores de 10 años de edad (plena producción), poseer forma cilíndrica, no triangular, y corresponder a la variedad que se desea producir. Tipos de injertos En cualquiera de los casos, el injerto se debe realizar en el patrón cuando éste tenga el tamaño adecuado (grosor de un lápiz aproximadamente), lo cual ocurre con mayor frecuencia a los siete meses después de la germinación, y a una altura de 30 centímetros en relación con el suelo de la parte superior de la bolsa. - Injerto de "T" invertida - Enchape Lateral Al destaparse ambos tipos de injertos se practica la técnica de la "Media savia", la cual consiste en realizar un corte en el patrón a unos 10 cm por encima del injerto. El nuevo brote de la yema se debe sujetar al muñón del patrón, y posteriormente en la medida que crece el injerto, se hace la "poda de savia completa", la cual consiste en la eliminación de la parte sobresaliente del patrón dejada en la media savia. El corte debe ser en bisel, y luego, se sujeta a un tutor, que es una cabilla o trozo de madera delgada que sobresale unos 70 cm del suelo de la bolsa. Durante el período de desarrollo del injerto, cuando la planta alcanza un metro de altura, se eliminan los brotes laterales del patrón e injerto dejando una sola guía. Se realiza una poda a la planta a 70 centímetros de la parte terminal (en forma de bisel), dejando que en los últimos 20 centímetros se formen de tres a cinco ramificaciones (Poda de Formación). Es necesario tener presente, que en toda práctica que se realice, tales como: podas, injertación, deschuponado y toma de yemas, las herramientas que se utilicen se deben desinfectar con una mezcla de una parte de cloro y una parte de agua, para evitar la transmisión de virus. Control fitosanitario
- Verrugosis Para controlar esta enfermedad se recomienda realizar previamente una poda a las partes afectadas y quemarlas. Luego, aplicar un funguicida a base de oxicloruro de cobre (Cobox™, Cupravit™, Cobrex™, etc), en dosis de 2 gramos por litro de agua. - Antracnosis - Pata Negra - Phytopthora Referencias Bibliográficas Colmenares, L.; González, D. 1993. Características fenológicas y manejo agronómico del Banco de Germoplasma de Cítricos del CENIAP. Maracay-Venezuela. 15 p. Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias. 1986. El Cultivo de la Naranja Dulce. Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CENIAP). Serie Paquetes Tecnológicos # 3-02. Maracay, Venezuela. 140 p. Fundación Servicio para el Agricultor. 1983. Cítricas. Serie Petróleo y Agricultura. Editado por Maraven. Caracas, Venezuela. 144 p. Monteverde, E.; Ruiz, J. 1986. La Propagación de los Cítricos. FONAIAP Divulga 4 (22): 6-9. Monteverde, E.; Ruiz, J.; Espinoza; M. 1984. Manual de propagación de los cítricos. Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Maracay. Venezuela. 27p. Rondón, A. 1986. La Propagación de los Cítricos. FONAIAP Divulga 39(1): 23-26.
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