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Divulgativo CENIAP Volumen 1(1) - 2001 |
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En el INIA, el proyecto de mejoramiento genético de arroz adaptó su metodología de investigación bajo el enfoque multidisciplinario, inter Centro e interinstitucional, involucrando a especialistas de las distintas áreas que limitan la productividad del cultivo arroz en las zonas de producción del país.
El cultivar Cimarrón fue desarrollado por el INIA (antes FONAIAP) por los investigadores Anibal Rodríguez, Alberto Salih y Germán Rico, en el año 1988. Aunque este material tiene más de 10 años en el mercado su potencial productivo es muy bueno, con rendimientos comerciales superiores a los 8.500 kilogramos por hectárea, y para el año 2000, este cultivar ocupó el 60 % del área cultivada en el Sistema de Riego Río Guárico. En vista de la importancia de este cultivar, los investigadores participantes del proyecto de mejoramiento genético de arroz del INIA iniciaron estudios detallados con el fin de obtener información sobre su manejo agronómico, además de estudiar su caracterización morfológica, todo con el objetivo de ofrecer al productor, técnico de campo y empresas productoras de semilla, una guía sobre sus principales características y su manejo en campo. Origen El cultivar Cimarrón (Chianung Sen Yu 23) se originó del cruzamiento de la línea HEBI G11330 con el cruce simple Chianung Sen Yu 7 por IR1561. Este material es originario del Asia y fue introducido en el proyecto de arroz del INIA a través de los viveros de introducciones provenientes de Centros Internacionales, específicamente del CIAT (International Center for Tropical Agriculture) e IRRI (International Rice Research Institute). Principales características morfológicas
Características de panícula y grano Comportamiento agronómico Los resultados obtenidos en la investigación acerca del cultivar Cimarrón indican, que los mayores rendimientos de grano paddy se obtienen con densidades de semilla entre 80 y 140 kilogramos por hectárea. Para lograr la expresión del potencial de rendimiento en el cultivar Cimarrón es básico el control temprano de las malezas, antes de los 20 días después de la siembra (dds), usando la dosis recomendada para el o los herbicida(s) que se apliquen, según la presencia de las malezas y de acuerdo con el estado de desarrollo que presenten. En cuanto a la fertilización, se recomienda un análisis de suelo antes de la siembra para establecer las dosis de nitrógeno, fósforo y potasio que se deben aplicar. El cultivar Cimarrón responde muy bien a la fertilización nitrogenada, lográndose la mejor respuesta cuando se aplica una dosis entre 120-160 kilogramos por hectárea. Se recomienda la aplicación fraccionada del nitrógeno en tres épocas: la primera a los 18-20 dds, la segunda a los 30-35 dds y la última a los 45-55 dds. El fósforo y el potasio se aplican en su totalidad durante la primera fertilización. El cultivar Cimarrón es susceptible a la piricularia (Magnoporthe grisea), tanto en la hoja como en el cuello de la panícula. Es resistente al daño directo de sogata (Tagosodes orizicolus) y susceptible al virus de la hoja blanca (VHB) transmitido por sogata. De allí, la importancia de realizar la siembra temprana (máximo, 15 diciembre), para evadir las altas poblaciones de sogata que se presentan en el mes de marzo. La cosecha en campo para este cultivar debe realizarse cuando el grano tenga un contenido de humedad que no sea inferior a 20,5%, ya que por debajo de éste, el 'Índice de Quebrado Potencial' del grano (IQP) se incrementa, como puede observarse en la figura siguiente:
Índice de Quebrado Potencial del grano (IQP) vs. Momento de cosecha La calidad molinera del grano del cultivar Cimarrón, en comparación con el cultivar Palmar (el cual tiene calidad de grano más estable) presenta grano suelto, blando, sin aroma, con temperatura de gelatinización intermedia (69-73°C) y con amilosa intermedia (31%), según se muestra en los cuadros siguientes:
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